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La mejor solución para evitar que el encofrado de una obra colapse, es usando estos conos en combinación con trozos de tubos de PVC.
En cada extremo del tubo se inserta un conito, formando una especie de carrete que debe medir longitudinalmente el espesor de la pared a construir. El cono tiene una longitud de 1 cm, pudiéndose usar con tubos de cualquier longitud.
Por ejemplo: En una pared de 10 centímetros de espesor, se debe utilizar un tubo de 8 centímetros de longitud, mas dos (2) centímetros (1 cm de cada conito). Por dentro de este carrete formado, atraviesa un perno que sobresale a cada lado del encofrado; siendo ajustado en cada lado con tuercas o similares.
El carrete evita así el desplazamiento interior, mientras que el perno con las tuercas evita que se abra el encofrado, garantizando así un vaciado perfecto.
Recomendación: La distancia entre carretes no debe ser mayor de 60 centímetros.
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